La Concejalía de Fiestas y Cultura Popular del Ayuntamiento de Valencia nos trae, por tercer año consecutivo, un bonito cartel de publicidad destinada a fomentar el respeto entre el colectivo fallero y los ciudadanos.
Y me pregunto: "¿A quién va dirigido, a esos ciudadanos que tienen que lidiar durante 20 días con fallas, carpas, niños y no tan niños 'divirtiéndose' con petardos y especialmente con falleros que creen que durante esos días la ciudad les pertenece o, precisamente, a este último grupo de la fauna fallera?"
Un cartel que implícitamente nos dice "Haz las paces con las fallas" no es una gran campaña de marketing, especialmente para el conjunto de ciudadanos no falleros. Pues lejos de apaciguar su ánimo acaba siendo un insulto a la inteligencia y el respeto que como personas y como ciudadanos llevamos dentro cada uno de nosotros.
Por desgracia para ese grupo de cuidadanos que, no voy a decir 'sufrimos' pero sí 'lidiamos' con la valencia fallera, nuestra querida alcaldesa sabe que la clave de su éxito es tener bien contentos a los falleros, al menos le sale rentable.
Y me pregunto: "¿A quién va dirigido, a esos ciudadanos que tienen que lidiar durante 20 días con fallas, carpas, niños y no tan niños 'divirtiéndose' con petardos y especialmente con falleros que creen que durante esos días la ciudad les pertenece o, precisamente, a este último grupo de la fauna fallera?"
Un cartel que implícitamente nos dice "Haz las paces con las fallas" no es una gran campaña de marketing, especialmente para el conjunto de ciudadanos no falleros. Pues lejos de apaciguar su ánimo acaba siendo un insulto a la inteligencia y el respeto que como personas y como ciudadanos llevamos dentro cada uno de nosotros.
Por desgracia para ese grupo de cuidadanos que, no voy a decir 'sufrimos' pero sí 'lidiamos' con la valencia fallera, nuestra querida alcaldesa sabe que la clave de su éxito es tener bien contentos a los falleros, al menos le sale rentable.
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